Cálida o fría? Descubre el tono natural de tu piel y aprende a elegir los colores que mejor te van

Aunque los colores de piel son muy diversos existen solo dos tipos base de tono , cálido y frío y en esos dos grupos clasificamos todas. Las pieles cálidas son aquellas con matices amarillos y durazno, las pieles frías tienen matices rosados y rojos. La intensidad del color de la piel puede variar desde claro hasta moreno, pero dicha intensidad no interfiere con nuestro tono, con bronceado o sin el nuestro tono siempre será el mismo.

Hay varias formas de identificar el tono de nuestra piel, desde maneras muy especializadas como el test de color presencial, en el que un experto nos prueba una serie de pañuelos de diferentes colores para analizar la reacción de nuestra piel con cada uno de ellos; hasta formas más sencillas que podemos hacer en casa como estas:

1. Podemos revisar nuestras muñecas por la parte interna, como la piel de esta zona es tan delgada es fácil ver el color de nuestras venas, si son verdosas nuestro tono de piel es cálido, si son azuladas nuestra piel es fría, si no es fácil identificar el color, es probable que nuestro tono de piel sea neutro.

2. Otra opción es analizar cómo responde nuestra piel al sol, si se enrojece fácilmente y se quema nuestro tono es frío, si por el contrario se torna morena y se broncea nuestro tono es cálido. Hagamos memoria de cómo ha sido nuestra reacción general al sol y así sabremos a ciencia cierta si nuestra piel es cálida o fría. Si no nos bronceamos, pero tampoco nos quemamos o las quemaduras sanan rápido, nuestra tono es neutro.

Y cuál es la ventaja de tener un tono de piel neutro?, que todos los colores nos quedan bien!

Ahora que hemos identificado nuestro tono natural de piel vamos a ver que colores nos quedan mejor.

Qué pasa si nos gusta un color opuesto a nuestro tono? Es decir, si nuestra piel es fría y nos gusta un color cálido, por ejemplo el verde. No hay de que preocuparnos puesto que todos los colores tienen matices cálidos y fríos, simplemente tenemos que encontrar un color que vaya con nuestro tono. Miremos el siguiente ejemplo.

Puede pasar que un color opuesto a nuestro tono natural nos quede muy bien, tenemos que tenerlo en cuenta, pero ante todo recordar siempre que los colores que van con nuestro tono son los que logran que nuestra piel se vea bien, con luz y brillo natural, logran nuestros ojos y pelo sobresalgan y se vean radiantes.

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